Oraciones

La oración auténtica es un estado de receptividad al contacto con Dios. Por la oración, el individuo invoca y afirma la disposición de unirse a Él. Es un instrumento poderoso y el más adecuado para el actual ciclo del planeta y de la humanidad. Cuando es construida en el silencio interior, basada en la fe y la vigilancia. Se proyecta en el mundo externo como pacificación de deseos y de pensamientos y, también, como el cese de acciones superfluas.

Incluso sin nada saber ni dirigir, el individuo en oración estimula transformaciones en los demás: irradia claridad y lucidez hacia el planeta. La oración es, pues, un instrumento de servicio al mundo y, para que sea eficaz, debe nacer de la humildad. Invisible, abnegada, es la base para obras evolutivas.