Madre Universal
Te alabamos,
¡Oh Madre Universal!
Plena es Tu Gracia,
la Unidad esta en Ti.
Sagrada Energía Femenina,
gestas en Ti la Nueva Humanidad.
Te alabamos,
¡Oh Madre Universal!
Plena es Tu Gracia,
la Unidad esta en Ti.
Sagrada Energía Femenina,
gestas en Ti la Nueva Humanidad.
Me quedo suspendido entre Tus brazos.
Madre Divina, Misericordia.
Aguardo recibir Tu sagrado rayo de cura, perdón y piedad.
Madre Divina Misericordia.
Solo te busco a Ti,
para que me des Tu Amor y Tu Reconciliación.
Madre Divina, Misericordia.
Escúcho Tu Voz,
soy Tu soldado orante de la luz.
Madre Divina, Misericordia.
Ave Luminosa,
nuestras vidas resplandecen
bajo Tu Presencia Universal.
Que el corazón de Tu Divina Misericordia
nos alivie de todo dolor y nos resguarde de todo mal.
Madre Divina,
siempre Tu Luz reinará.
Amén
Amén
Amén
Inmaculada
Señora de la Paz,
manifestación de la Pureza Original,
permítenos ingresar en Tu Corazón,
Reino Sagrado del Amor y la Protección.
Que Tu Manto de Luz
nos guarde y transforme
nuestros pequeños seres
en siervos de Tu tarea universal.
Te reverenciamos, Madre,
Reina de la Paz,
Divina Concepción de la Trinidad.
Amén
Querida Madre Celestial,
hoy me consagro a Tu Divino Corazón
y te entrego mi pequeño corazón
y mi paciente alma,
para que, en Tu Glorioso Reino de la Paz,
yo pueda encontrar fortalezas para caminar en la vida,
amor para mi consciencia,
entrega para mi donación,
perdón para el pasado,
redención para lo que aún debo trascender
y misericordia para este mundo.
Flores de luz son derramadas sobre la Tierra,
por los ángeles del cielo
que traen entre sus manos la Misericordia de Dios.
Los corazones del mundo
renacen en el Espíritu Santo
y despiertan al llamado maternal.
Los soldados de la paz se unen,
porque llegó el momento de la consagración interior.
Estrellas fugaces cruzan el firmamento de la Tierra:
son las señales venideras de la eterna paz.